Hablemos de ácidos grasos

Los ácidos grasos son componentes naturales de las grasas y los aceites. Tomando como referencia su estructura química, se pueden clasificar en tres grupos: 

  • Ácidos grasos saturados: están presentes principalmente en alimentos de origen animal, como la carne (grasa), la manteca, los embutidos, la mantequilla y el queso, pero también en el aceite de palma y en el de coco que se utilizan para freír.
  • Ácidos grasos monoinsaturados: la mayoría de los ácidos grasos insaturados (grasas) provienen de las plantas y los pescados grasos. Entre los alimentos que contienen ácidos grasos insaturados se encuentran el aguacate, los frutos secos, los aceites vegetales (de maíz, soya y algas), así como el salmón y el arenque.
  • Ácidos grasos poliinsaturados: dentro de la familia de ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs por sus siglas en inglés), existen dos grupos diferentes: los ‘ácidos grasos omega-3’ y los ‘ácidos grasos omega-6’. Ambos se consideran ácidos grasos esenciales, porque el organismo humano no los puede sintetizar.

¿Cuántos tipos de omegas hay?

Tenemos tres tipos principales de ácidos grasos Omega:

  • Los ácidos Omega-3 son el ácido alfa-linolénico, el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA).
  • Los ácidos Omega-6 son el ácido linoleico y el araquidónico, entre otros.
  • Dentro de los ácidos Omega-9 el principal es el ácido oleico, propio del aceite de oliva.

¿Por qué son importantes?

En especial los ácidos linoleico (omega-6) y linolénico (omega-3) son muy importantes porque la mayoría de los mamíferos no podemos sintetizarlos, lo que quiere decir que debemos tomarlos de los alimentos.

¿Cuál es su función?

Son fundamentales para el mantenimiento de las membranas celulares, la absorción y transporte de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y para producir hormonas de gran importancia como las prostaglandinas, que regulan diversas funciones como la presión sanguínea, la coagulación de la sangre, la respuesta inflamatoria alérgica y la actividad del aparato digestivo.

También contribuyen a reducir los niveles de colesterol en sangre y regulan los efectos de las hormonas femeninas, así como tienen incidencia sobre el sistema nervioso y la eficacia de las conexiones entre células nerviosas, lo que tiene incidencia en la regulación del estado de ánimo. Es decir, que tener un nivel adecuado de ácidos grasos Omega en la dieta previene contra problemas cardiovasculares, anímicos, de la vista (por su acción de transportadores de vitamina A), y de enfermedades autoinmunes y alergias.

¿Qué pasa si no se consumen suficientes ácidos grasos omega?

Aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares, dermatitis, asma y otras enfermedades autoinmunes, así como problemas digestivos e intestinales e incluso podemos hacernos propensos a las depresiones nerviosas.

¿En cuáles alimentos puedo encontrar ácidos grasos omega?

El omega-3 (alfa-linolénico) se encuentra en los aceites de linaza (lino), colza y soya, así como en las nueces. El EPA y DHA están presentes en varias algas marinas.

El omega-6 (linoleico) se extrae de los frutos secos y de los aceites vegetales de girasol, maíz, cártamo, germen de trigo, pepita de uva, soya y cacahuate.

¡Integra omegas en tu alimentación!

Te recomendamos éstas deliciosas recetas con buenos aportes de ácidos grasos omega:

Mira estas fáciles recetas

Licuado rico en omega-3
Requesón de semillas rico en omega-3
Salsa de cacahuate rica en omega-6

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