En México la comida nos une de muchas formas: alrededor de la familia y para compartir con nuestros seres más queridos. Es por esto que las personas que deciden comenzar a llevar una alimentación vegana tienen interesantes anécdotas que compartir y que pueden inspirar a otras personas que están interesadas en comenzar a alimentarse de forma vegana.

Especialmente, en el caso de los hombres, y debido a que en nuestra sociedad el consumo de carne suele estar asociado a estereotipos relacionados con la virilidad y en México el machismo está muy arraigado, estos testimonios son también la prueba de cómo se puede lidiar con estas situaciones y lo que supone para un hombre que no quiere comer carne seguir adelante con su propósito.

La historia que compartimos hoy es la de Neo, además de sus recetas favoritas. Te recomendamos que te quedes hasta el final. ¡No te dejará indiferente! 

“Cuando recuerdas que todo esto lo haces por los animales, simplemente las críticas no te afectan. Sabes que tus acciones están alineadas con tus sentimientos, con tu empatía y es ahí donde no importa nada más. Estás siendo un héroe para varios seres inocentes”.

– Neo

¿Nos cuentas sobre ti?

Tengo 30 años, soy ingeniero en Computación y nací y he vivido toda mi vida en la ciudad de Guadalajara. Soy el más grande de 3 hermanos y actualmente mi hermano y yo somos los veganos de la familia.

No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que conocí la palabra “veganismo” pero sí recuerdo que todo estaba relacionado con buscar información y videos en YouTube. Fue ahí donde me di cuenta que mi empatía no era racional al ser solo a humanos o animales de compañía. Me di cuenta que había seres siendo lastimados y matados.

Yo sufrí bullying en la mayor parte de mi formación escolar. Siempre fui un niño con obesidad, esa era la fuente principal del bullying, por lo cual crecí con muchísimas inseguridades y desarrollé una empatía hacia grupos vulnerables, oprimidos y cualquier injusticia relacionada con hacer de menos a otras personas.

El día en que comenzó todo…

Es ahí donde decido hacer un cambio. Yo consumía demasiados lácteos, en específico la leche. Prácticamente en lugar de tomar un vaso de agua, yo prefería abrir el refrigerador y tomar leche. Mi primer cambio fue comenzar a tomar bebidas vegetales, pero seguí investigando cada vez más, ver documentales y videos de cómo era la industria de la carne, y corté de golpe mi consumo de productos de origen animal.

El imprescindible apoyo de mi madre

Cuando comencé a seguir una alimentación vegana aún vivía en la casa de mis padres. En un inicio tuve la típica pregunta de “¿Y qué vas a comer?”, porque yo realmente llegué a pensar al inicio que viviría de ensaladas.

Pero con el tiempo mi madre incluso le tomó gusto a aprender a cocinar platillos a base de plantas, a tal grado que de repente me sorprendía con quesos, y sustitutos que incluso no encontraba en las tiendas. Así que tuve ese gran privilegio de ser apoyado por mi mamá y después de año y medio mi hermano decide hacer lo mismo.

El veganismo me llevó a las mejores amistades

Como lo llegué a mencionar anteriormente, mi acercamiento al veganismo fue a través de YouTube y documentales. Luego, por mi propia cuenta, me fui acercando a documentales, grupos en redes sociales y eventos veganos donde comencé a conocer a muy buenas amistades e incluso influencers del movimiento han sido de mis mejores amistades. Considero que al ser una comunidad llena de empatía, se llegan a crear vínculos muy significativos y muy fuertes a tal grado de que llegas a conocer gente que no creerías que conocerías en la vida.

Todo eso ha influido bastante a seguir documentándome pero sobre todo a activarme en el veganismo para yo también llegar a ser ese primer acercamiento y llegar a ser una influencia para que lleguen a tener su primer platillo sin sufrimiento en la mesa.

“Algo que descubrí y me di cuenta al momento de hacerlo, es que disfruto mucho el proceso de cocinar”. 

-Neo

¡Mi primer éxito en la cocina!

La receta que considero bien elaborada y como la primera que hice es un Okonomiyaki vegano. Siempre he sido fan de la cultura japonesa así como de su gastronomía. Y un platillo que extrañaba y de mis favoritos era este. Así que me puse en marcha y comencé a investigar recetas en internet de cómo hacer uno.

Realmente me asombré al lograr un buen sabor y una consistencia muy buena. Todo esto lo planeé y desarrollé solo ya que recuerdo que fue de mis primeros platillos al comenzar a vivir solo.

Meses después volví a hacer la misma receta, incluso perfeccionarla un poco más después de ver ciertos errores e ingredientes que me faltaron en la primera versión. Pero esta vez se lo di a probar a una amiga que no es vegana pero es también amante de la comida japonesa. Quería que se diera cuenta de que podía tener el mismo sabor (incluso mejor) y consistencia sin la necesidad de que alguien muriera en el proceso.

¡Me di cuenta que fue un éxito cuando ella me pidió la receta mientras se comía ese delicioso okonomiyaki!

¡Danos la receta del Okonomiyaki, Neo! 

Les presento la receta de mi platillo estrella 🙂

Ingredientes:

  • ½ cdta de sal
  • 1 taza de harina
  • 4 cdas. de harina de garbanzo
  • 2 cdas. de fécula de maíz
  • ½ taza de agua
  • ½ cdta. de vinagre de manzana
  • 1 cdta. de azucar
  • 1 cdta. de polvo de hornear
  • 4 hongos shiitake (remojados una noche anterior)
  • 1 taza de agua de remojo del shiitake
  • 3 rebanadas de jamón vegano
  • ½ taza de queso vegano rallado
  • ½ repollo
  • Salsa tonkatsu vegetal (se compra en tiendas de productos japoneses o hay recetas en YouTube para elaborarla)
  • Mayonesa vegana
  • 1 cebollín

Preparación:

En un recipiente se combinan la harina, harina de garbanzo, azúcar, sal y polvo para hornear.

En otro recipiente pequeño se coloca la fécula de maíz, se agrega el agua en cantidades pequeñas mientras se revuelve para que quede una mezcla homogénea.

Se agrega la mezcla anterior al recipiente junto con el agua del remojo de los hongos shiitake. Es necesario mezclar lo suficiente hasta disolver todos los grumos. Ya que la mezcla está completa, se agrega el vinagre, se revuelve y se deja reposar en el refrigerador.

Luego vamos con el repollo. Se corta a la mitad para poder retirar el tallo y así cortar el repollo en trozos pequeños. Una vez picado, se pone en un colador para poder lavarlo.

Al igual que el repollo, es necesario picar tanto el jamón como los hongos shiitake.

Agregamos el queso, el jamón y los hongos a nuestra mezcla y revolvemos.

Calentamos por un minuto, una sartén (la más grande que tengas) a fuego alto con 2 cucharadas de aceite de tu preferencia. Una vez que la sartén esté lista, se agrega ¼ de la mezcla que se hizo formando un pequeño pastelito aplastando con una espátula y juntando todo hacia al centro para que se tenga un ancho aproximado de 2 centímetros. Bajar el fuego al mínimo y se dejará cocinando por 5-7 minutos.

Transcurrido el tiempo, se le dará la vuelta al okonomiyaki (se espera que el lado cocinado tenga una textura un poco crujiente) y se dejará 5-7 minutos para que se cocine el otro lado.

Cuando esté bien cocido, se retirará en un plato y con una cuchara se pondrá una buena cantidad de la salsa hasta cubrir toda la superficie.

Encima de la salta se pone la mayonesa con la ayuda de una manga o una bolsita de plástico para dibujar líneas a lo largo del okonomiyaki (ver imágen de referencia).

Y el toque final, será el cebollín picado para adornar y dar un buen sabor.

¡Disfruta!

Me encantaría ayudar a quien quiera contactarme

Quisiera mostrar que cualquier persona que quiera comenzar en el veganismo me puede contactar en mi IG (@neoraiden) y con mucho gusto le ayudaré.

“Mientras más tiempo llevas siendo vegano vas agarrando ese colmillo que no tenemos”. 

-Neo

¿Qué papel crees que juegan los hombres en el veganismo?

Es muy conocido que la mayor parte de las personas veganas son mujeres. En lo personal, considero que es debido a que las mujeres tienen mayor empatía al igual que el factor del machismo afecta a los hombres en este contexto.

De nuestro lado, nos toca lidiar con esta parte de demostrar que realmente no tenemos la capacidad de matar a un animal con nuestras manos. No tenemos las garras como un oso, no tenemos los colmillos de un león. No tenemos realmente lo que la sociedad nos hace creer. Por lo cual tenemos que demostrar que el no comer carne no nos vuelve “menos hombres”. Que el tener empatía no es sinónimo de debilidad. Que lo que tenemos en el plato no define nuestra masculinidad. Sobre todo que si queremos dejar el machismo fuera de nosotros debemos darnos cuenta que hay que dejar de financiar el maltrato, abuso y matanza de un grupo de seres oprimidos.

¿Cuáles son los mayores retos a los que te has enfrentado?

Creo que lo más complicado cuando eres vegano es lidiar con las personas que no lo son. Tanto con amistades, familia y en ambos con la parte masculina. Al vivir en un país machista se tiene la idea irracional de que el hombre tiene que comer carne, tiene que ser ese ser que mientras más cruda sea la carne, tienes más valor como hombre; eres “más macho”. Y cuando no lo haces se dirigen a ti con expresiones homofóbicas tratando de minimizar a la persona en sí y hacerle creer que es menos masculino por ello.

Algo que he aprendido bastante es a ignorar los comentarios de los demás, sobre todo si vienen de hombres machistas con los cuales de verdad prefiero no discutir ni desperdiciar mi energía al ver que no cambiarán de opinión ni buscarán realmente hacer un cambio en sus vidas. Mientras más tiempo llevas siendo vegano vas agarrando ese colmillo que no tenemos (chiste vegan). Vas aprendiendo a detectar con facilidad, cuándo vale la pena mostrar lo que es el veganismo, dialogar y entablar debates. 

Cuando recuerdas que todo esto lo haces por los animales, simplemente las críticas no te afectan. Sabes que tus acciones están alineadas con tus sentimientos, con tu empatía y es ahí donde no importa nada más. Estás siendo un héroe para varios seres inocentes.   

Neo, ¡no te vayas sin dejarnos un consejo!

Creo que el consejo que siempre doy a las personas que quieren iniciarse en el veganismo es que se acerquen a los grupos de sus ciudades. 

En el país cada vez somos más y estamos dispuestos a ayudar en la mayor medida posible. Tener un círculo de amistades veganas es de bastante ayuda y apoyo. Siempre seguir documentándose y, sobre todo, no permitir que los comentarios de la gente te afecten en tus decisiones. 

Hay bastantes estudios y bastantes experiencias de personas que han sido veganas desde hace bastantes años sin ningún problema de salud. Lo único que necesitamos son los nutrientes, no necesitamos la carne de ningún animal. Ya a este punto de la evolución no necesitamos intermediarios para conseguir los nutrientes que necesitamos para vivir. ¡Sigamos evolucionando!

¡GO VEGAN!

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