Como es bien sabido, en México la comida es una institución, el eje de las reuniones entre amigos, familiares y prácticamente el centro de todo tipo de eventos e intercambios con las personas más queridas. 

Y teniendo tanta relevancia lo que se lleve a la mesa, aquellas personas que deciden comenzar a llevar una alimentación vegana pueden llegar a encontrarse con todo tipo de situaciones que incluyen desde la oposición hasta los chistes y burlas, incluso entre las personas más cercanas. Muchas personas que lo han experimentado pueden dar testimonio de esto, pero en el caso de los hombres, debido a que el consumo de carne suele estar asociado a estereotipos arbitrarios en torno a la virilidad y siendo México un país en donde el machismo está muy arraigado, la situación puede ser mucho más compleja. 

Muchos hombres que decidieron sacar a los animales de sus platos por compasión consiguieron lidiar exitosamente con la presión social y familiar que supone ser un hombre que no quiere comer carne. 

Hoy, César ha compartido su historia y sus recetas favoritas con nosotros. Está muy revelador e interesante y no te lo puedes perder.

“Cuando haces algo por las razones correctas, lo demás siempre pasará a segundo término”.

César, 38 años, originario de Zapopan, Jalisco. 

¿Nos cuentas sobre tu entorno familiar?

Crecí en un ambiente “normal” por así decirlo, y por normal me refiero a indiferente ante muchas injusticias sociales. Nunca fui muy empático, ni con los animales ni con alguna otra causa, desgraciadamente, eso nunca lo vi en casa.  

Estoy casado desde hace 10 años con una mujer maravillosa, y en parte es gracias a ella que mi empatía por distintas causas sociales, entre ellas el sufrimiento animal, comenzó a despertar.

¿Cuál fue tu primer acercamiento con la comida vegana?

Conocí la comida sin carne desde muy chico, pero entonces no tenía idea del concepto de veganismo, para mí solo era comida y ya, al igual que la carne y toda la comida de origen animal. 

Cuando era pequeño mis padres no eran muy solventes económicamente y era común comer, hamburguesas de soya, ceviche de soya, adobada de soya, etc. ¡Y me encantaba! Nunca me puse a pensar que lo que estaba comiendo no era un animal. 

Mi primera receta vegana

Creo que de las primeras cosas que hicimos y nos encantó fue la “cochinita” de setas es una versión vegana de la cochinita pibil. No recuerdo dónde vimos la receta, pero nos pareció sencilla y decidimos intentarlo, y que agradable sorpresa. Solo estábamos mi esposa y yo, siempre hacíamos las recetas primero para nosotros, como para ver qué tal quedaban, y si nos gustaba, ya invitábamos a más gente. 

El sabor de las setas al pibil es delicioso, me sorprendió como las “simples” setas podían saber tan bien, ahí caí en cuenta que casi todo se podría veganizar, solo era cuestión de usar las especias correctas.

¡Descubre esta receta de setas al Pibil, fácil y deliciosa!

En México, la comida es casi una religión, la familia se reúne en torno a la comida siempre, y en la mía claro que no era la excepción”.

¿A qué retos o dificultades te has enfrentado?

Cuando tomé la decisión de sacar a los animales de mi plato, lo tenía muy claro, después de descubrir la realidad que vivían los animales en las granjas y mataderos no habría vuelta atrás, y esa convicción es la que me ayudó a sobrellevar los momentos mas incomodos, porque no se si los llamaría difíciles. 

Probablemente muchos se identificarán con esto; lo más complicado fue la cuestión social, principalmente con mi familia, en México, la comida es casi una religión, la familia se reúne en torno a la comida siempre, y en la mía claro que no era la excepción. 

Mis padres no eran muy cariñosos, pero siempre entendí que la forma de demostrar amor de mi madre era cocinando, nunca había un plato repetido, se esmeraba toda la mañana para darnos gusto a la hora de comer, y esta decisión fue un shock para ella que le tomó tiempo asimilar, incluso hoy en día, después de 8 años, le sigue costando un poco de trabajo.

“Nos enteramos que muchos se burlaban a nuestras espaldas, criticaban nuestra comida, se mofaban de la causa, pero afortunadamente otros sí lo entendieron, y aunque no son veganos, lo respetan y siempre encontraremos comida libre de animales cuando vamos a sus casas”.

El apoyo de mi padre

Recuerdo el día que les dije a mis padres que ya no iba a comer más animales, estaba muy nervioso, como si les fuera a dar una noticia terrible y temía su reacción. En mi cabeza, creía que mi madre lo iba a entender un poco más y mi papá sería el juicioso, y fue todo lo contrario. 

Semanas atrás a mi padre le habían detectado cáncer de colon, y eso cambio su mundo totalmente. Recuerdo que se volteó a verme y me dijo “es la mejor decisión que pudiste haber tomado”, esto porque a raíz de su diagnóstico comenzó a leer muchísimo sobre su enfermedad y las probables causas, y todos los artículos que leía coincidían en lo mismo “el abuso de carnes, lácteos y productos procesados pueden estimular el crecimiento de células cancerosas en el organismo”, esto entre mil y un cosas más claro está.

Al igual que para mis padres y mis hermanos, también fue una sorpresa para mis tíos, primos, abuelos, amigos, para todos, no concebían como alguien que se podía comer un pollo entero en una tarde, hacía carne asada mínimo una vez a la semana, podía comer 20 alitas en un bar, de un día para otro ya no comía carne, creo que la mayoría nunca lo entendió. Nos enteramos que muchos se burlaban a nuestras espaldas, criticaban nuestra comida, se mofaban de la causa, pero afortunadamente muchos sí lo entendieron, y aunque no son veganos, lo respetan y siempre encontraremos comida libre de animales cuando vamos a sus casas. 

En resumen, lo más complicado al principio fue la cuestión social, y la crítica familiar, pero estoy convencido de que cuando haces algo por las razones correctas, lo demás siempre pasará a segundo término.

¿Qué papel crees que juegan los hombres en el veganismo?

Un papel fundamental pero por desgracia los hombres en México no se han interesado en el veganismos a la par de las mujeres, y en una sociedad machista el hecho de que un hombre muestre compasión hacia otros seres lo hace blanco de burlas, y hay muchos hombres que no están dispuestos a pasar por eso, al contrario, mientras más carne mejor. Pareciera qué comer mucha carne es una forma de demostrar su “masculinidad”. 

Afortunadamente, el mundo está cambiando, y es responsabilidad de todos nosotros que estamos en esta lucha, ser el “macho” incómodo del grupo y tenemos la gran tarea de informar y hacer ver a los demás que las cosas se pueden hacer diferentes, y que está bien, que no pasa nada.

¡Danos una receta, César!

Nos encantan los desayunos, y uno de nuestros favoritos son los hotcakes. Después de varios intentos llegué a la textura ideal para unos pancakes de avena:

Receta para 8 hotcakes pequeños

Ingredientes secos:

  • 2 tazas de avena molida y cernida
  • 1 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1 cucharadita de polvo para hornear
  • 1 pizca de sal

Ingredientes húmedos:

  • Medio bloque de tofu suave (sedoso)
  • 1 plátano
  • 1 taza de agua o leche vegetal fría
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 1 cucharadita de vinagre de manzana

Preparación:

En un recipiente coloca los ingredientes secos y mezcla. En la licuadora agrega el tofu, el plátano y la leche o agua. Una vez licuado vierte sobre el recipiente de los ingredientes secos y revuelve, agrega la vainilla y el vinagre de manzana a la mezcla. Si la mezcla es muy espesa se puede agregar un poco más de leche o agua hasta que quede manejable.

Se pueden agregar ingredientes extra al gusto al momento de verter la mezcla sobre la sartén, como chispas de chocolate, moras, coco, etc. El sartén debe estar bien caliente a la hora de agregar la mezcla, cocina de uno en uno aproximadamente un minuto de cada lado será más que suficiente.

“Arriésgate a experimentar, veras que al tiempo serás todo un pro”.

¿Nos compartes un consejo…o dos?

Mi mejor consejo es que se informen, conozco a mucha gente que deja el veganismo porque no lo pueden sostener, y solo es desinformación, acércate con nutriólogos veganos, sigue a cuentas de profesionales de la salud veganos y no “influencers” que en muchos casos solo desinforman. 

Mucha gente opina sin saber, y dice que ser vegano es muy caro, la realidad es que puede ser tan caro como tú quieras. 

Mi recomendación es comprar a granel, ve a tu central de abastos más cercana, encontrarás un sin fin de frutas y verduras, incluso muchas que ni conocías, así como todos los cereales y legumbres que te imagines, ábrete a nuevos sabores, recuerda que en la cocina el sabor es todo especias, puedes hacer cosas increíbles usando los condimentos correctos, arriésgate a experimentar, veras que al tiempo serás todo un pro.

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No seas un Angry Vegan

El primer año fue el más complicado, recuerdo que estaba enojado todo el tiempo, para mí era tan claro que quería que todo mundo lo supiera, y me molestaba que a la gente no le importara, que no lo viera.

Me convertí en ese vegano incómodo y juicioso que lejos de ayudar a los animales los estaba perjudicando. Con mi discurso solo alejaba a la gente, o se bloqueaban ante cualquier mensaje que les pudiera transmitir. Pero pasó el tiempo, comencé a  ver las cosas más fríamente y modifiqué mi discurso a un tono más compasivo, entendí que hace unos años yo estaba del otro lado, y que si alguien me hubiera hablado de veganismo de la misma forma, lo hubiera rechazado igual. 

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