En Love Veg creemos que cada receta puede ser una oportunidad para elegir compasión, reunimos 10 leches, quesos y mantequillas vegetales diferentes y poco comunes que te sorprenderán por su sabor y versatilidad, todas son alternativas deliciosas y nutritivas que podemos usar en preparaciones diarias: desde cremas para sopas, salsas cremosas para pastas, postres, hasta bebidas reconfortantes.

Al elegir leches vegetales, no solo cuidamos nuestra salud, también evitamos ser parte de la industria láctea, donde las vacas son uno de los animales que más sufren, sometidas a inseminaciones forzadas, separación de sus crías y explotación constante, cada vaso de leche vegetal es un acto de empatía y un paso hacia un planeta más sostenible.

Las opciones son infinitas: semillas, cereales e incluso legumbres pueden transformarse en bebidas vegetales llenas de sabor y libres de crueldad, descubre cómo prepararlas y darles usos creativos en tu cocina.

Esta bebida no láctea elaborada a partir de chícharos (también conocidos como guisantes o arvejas) y coco es una alternativa vegetal ideal para quienes buscan una opción rica en proteína, sin maltrato animal y sin comprometer el sabor.

El chícharo es una leguminosa con un excelente perfil nutricional: aporta proteínas de alta calidad, aminoácidos esenciales, hierro, fibra y vitaminas del complejo B, al combinarlo con el coco, no solo obtenemos una textura más cremosa y un sabor suave y delicioso, sino también un extra de grasas saludables y minerales como el magnesio y el potasio.

Ingredientes:

  • 1/2 taza de chícharos secos
  • Agua suficiente
  • 1/2 taza de coco seco
  • Endulzante de tu preferencia y a tu gusto (opcional)

Preparación:

Enjuaga los chícharos secos, escurre y colócalos en un recipiente mediano, agrega 3 tazas de agua y deja reposar toda una noche.

Escurre el agua, llévalos al fuego con 1/2 litro de agua y cocina hasta que ablanden aprox. 15 minutos a fuego alto.

Remoja el coco en una taza de agua caliente por 10 minutos.

Escurre el agua de cocción de los chícharos y licúa durante 1 minuto a velocidad alta con el coco remojado (con todo y agua de remojo) y medio litro de agua, agrega endulzante de tu preferencia y a tu gusto.

Vierte la mezcla en un refractario de vidrio de preferencia pasando por un colador y una manta cielo y agrega 1/2 litro de agua y mezcla, ese espesor es el que a mí me gusta pero si la quieres más delgada agrega medio litro más de agua.

Refrigera y disfruta como más prefieras, puedes utilizarla en la siguiente receta:

Esta bebida vegetal no solo es una opción accesible y económica, sino también una excelente fuente de proteínas vegetales, grasas saludables, vitamina E, magnesio y antioxidantes, su textura suave y rica la convierte en una alternativa ideal para quienes buscan una bebida nutritiva, saciante y versátil en la cocina.

Ingredientes:

  • 1 litro de agua
  • 1 taza de cacahuates sin cáscara y sin piel
  • 1 cda. de vainilla (opcional)
  • 2 cdas. de miel de maíz (opcional)

Preparación:

Remoja los cacahuates cubriendo de agua toda la taza durante la noche. Pasado este tiempo escurre y licúa con medio litro de agua durante 1 minuto, agrega el resto del agua, la vainilla y la miel, licúa por otro minuto a velocidad alta.

Pasa la mezcla por un colador fino dos veces, retira el gabazo o residuo y vierte en un refractario de vidrio. Podrás refrigerarla hasta por 5 días.

Recuerda agitar muy bien antes de servir, puedes usarla en la siguiente receta:

Sorprendente, fácil de preparar y elaborada con un ingrediente poco común pero poderoso: el ajonjolí. Esta bebida vegetal es una excelente opción para quienes buscan variar su alimentación con alternativas nutritivas y llenas de sabor.

Rica en calcio natural, hierro, zinc, magnesio, grasas saludables y antioxidantes, la leche de ajonjolí aporta beneficios para los huesos, la piel y el sistema inmunológico, su sabor suave y ligeramente tostado la hace ideal para usar en licuados, salsas, café o simplemente disfrutarla sola.

Ingredientes:

  • 1 taza de semillas de ajonjolí
  • 1 litro de agua + 2 tazas de agua
  • 1/2 cda. de azúcar mascabado (opcional)
  • 1 /2 cda. de esencia de vainilla (opcional)
  • 1 pizca de sal (opcional)

Preparación:

Remoja las semillas de ajonjolí al menos 5 horas en 2 tazas de agua (puedes dejarlas toda la noche).

Si tienes prisa, calienta esas dos tazas de agua y remójalas mínimo 20 min en agua caliente.

Escurre el agua y vierte en la licuadora, agrega el litro de agua restante y el resto de ingredientes, licúa durante 1 minuto y vierte en una jarra pasando por un colador fino.

Ya puedes disfrutar tu leche de ajonjolí en la siguiente receta:

Una alternativa innovadora, económica y cargada de beneficios, en la cocina a base de plantas, el garbanzo no solo brilla en platillos salados, también nos permite crear bebidas cremosas, versátiles y llenas de nutrición.

Esta leche vegetal es rica en proteína vegetal, hierro, folato, magnesio y fibra, lo que la convierte en una excelente opción para fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión y aportar saciedad.

Ingredientes:

  • 2 tazas de garbanzos remojados al menos 12 horas
  • 2 litros de agua + 1 litro opcional

Preparación:

Agrega una una taza de garbanzos a la licuadora y un litro de agua, licúa durante 1 minuto y pasa por un colador fino, repite este paso con el resto de agua y garbanzos, cuando tengas los dos litros, pásalos por una malla o tela más fina para tener una leche sin residuos.

Lleva al fuego y moviendo constantemente deja que hierva, durante 10 minutos a fuego bajo. Deja enfriar y vierte en un refractario para leche, si deseas la leche mas liquida ya que esté fría licúala con 1 litro de agua más y tendrás una consistencia ideal para cereal o tomarla sola con tus galletas favoritas.

Esta leche vegetal es perfecta para el siguiente licuado, por su consistencia podrás obtener el espesor ideal.

¡Prepárate para sorprender a tu paladar! Con tan solo papas y agua puedes crear una leche vegetal increíblemente cremosa, ideal para espesar smoothies, dar cuerpo a salsas o aportar una textura reconfortante a tus platillos salados.

Además de su sabor neutro y su versatilidad en la cocina, esta bebida es naturalmente libre de soya, gluten y frutos secos, lo que la hace perfecta para personas con alergias alimentarias, es una buena fuente de vitamina C, potasio y antioxidantes, y al estar elaborada con papa, también aporta carbohidratos complejos que brindan energía sostenida.

Ingredientes:

  • 2 papas sin cáscara cocidas
  • 2 litros de agua

Preparación:

Licúa las papas con 1 litro de agua durante 1 minuto, vierte esa mezcla al resto del agua y revuelve.

Elementos que puedes añadir al gusto si deseas tomar la leche de papa sola: vainilla, canela, miel de agave.

Refrigera al menos 1 hora antes de usar.

Si la preparas sin sabor es perfecta para platillos salados como la siguiente receta:

Una joya nutritiva poco conocida que merece un lugar en tu cocina, la leche vegetal de semillas de girasol es cremosa, con un sabor suave.

Esta bebida es rica en vitamina E un potente antioxidante que protege tus células, así como en grasas saludables, magnesio, selenio y zinc, nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico y cuidan la salud de la piel.

Fácil de preparar, económica y libre de crueldad, esta leche demuestra que las semillas también pueden ser una fuente poderosa de bienestar.

Ingredientes:

  • 2 tazas de semillas de girasol
  • 6 tazas de agua
  • Esencia de vainilla

Preparación:

Dejar en remojo las semillas durante la noche en 2 tazas de agua, al siguiente día enjuagar las semillas y tirar el agua del remojo, incorporar las semillas a la licuadora con el resto de las 4 tazas de agua restantes, agregar la vainilla y el endulzante de tu elección. 

Licua todos los ingredientes hasta lograr una mezcla homogénea, cuela con la ayuda de una manta cielo, gasa o  un colador fino.

Tip: El restante de las semillas de girasol puedes usarlo para elaborar queso vegetal, si es así, endulza hasta el final de la elaboración de tu lechada.


Una receta sorprendente, deliciosa y tan fácil de preparar que querrás tenerla siempre a la mano, este parmesano de cacahuate es la opción perfecta para espolvorear sobre pastas, ensaladas, sopas, verduras asadas o cualquier platillo que necesite un toque extra de sabor y textura.

Además de ser accesible y con ingredientes que probablemente ya tienes en casa, es una alternativa nutritiva: rico en proteínas vegetales, grasas saludables, vitamina E, magnesio y antioxidantes, todo esto sin ingredientes de origen animal, sin lácteos y sin complicaciones.

Ingredientes:

  • 1 taza de cacahuates pelados sin remojar
  • 2 ½ cditas. de jugo de limón
  • 1 ¼ cucharaditas de vinagre blanco
  • ½ cdita. de sal
  • 1 cdita. de mostaza dijón
  • 1 cdita. de pasta miso (opcional)
  • 1 cda. de levadura nutricional (opcional)

Preparación:

Coloca los cacahuates en procesador de alimentos y mezcle hasta que queden finamente pulverizados. Agrega el resto de los ingredientes y procesa hasta incorporar.

Puedes dejar tu queso en este paso si prefieres no rallarlo, simplemente úselo desmoronado, también puedes darle forma compacta para poder rallarlo más adelante, puedes seguir licuando hasta que quede suave, debe formar una bola, parecida a una masa.

Forma una bola y compáctala con ayuda de film para alimentos  y refrigera durante 8 horas.

Estará listo para rallar pasando este tiempo.

Yo lo he hecho de ambas maneras y las dos me parecen deliciosas, por lo práctico me gusta desmoronado, pero por la vista que da sobre pastas me gusta rígido para rallar.

Versátil, nutritivo y sorprendentemente delicioso, este queso de garbanzo es una alternativa vegetal que conquista por su sabor suave, su textura cremosa y su facilidad de preparación, ideal para untar, gratinar, acompañar snacks o darle un toque especial a tus platillos favoritos.

El garbanzo, protagonista de esta receta, es una excelente fuente de proteína vegetal, fibra, hierro, folato, magnesio y otros minerales esenciales que apoyan el buen funcionamiento del sistema digestivo, fortalecen los músculos y brindan saciedad.

Ingredientes:

  • 1 tazas de garbanzos recién cocidos
  • 1  taza de agua
  • 2 cdas. de levadura nutricional (opcional)
  • 5 cdas. de vinagre de manzana
  • 4 cdas. de maicena
  • 5 cdas. de aceite

Preparación:

Licúa todos los ingredientes, vierte la mezcla en una cacerola pequeña y lleva al fuego medio bajo.

Con ayuda de un globo para batir o pala de madera mueve hasta que comience a espesar y a formarse una consistencia elástica, no dejes de mover hasta que quede tan espeso que te cueste trabajo mover.

Vierte esta mezcla en un refractario de la forma que le quieras dar al desmontarlo, refrigera y puedes comerlo en 1 hora, si deseas un sabor más concentrado déjalo por 3 días en refrigeración en el refractario con tapa hermética, puedes usarlo en la siguiente receta:

Este queso de avena es la prueba de que no necesitas ingredientes costosos para disfrutar de una alternativa vegetal cremosa, sabrosa y perfecta para untar, gratinar o dar un toque especial a tus platillos.

La avena no solo es accesible, también es rica en fibra, hierro, magnesio y betaglucanos, compuestos que ayudan a regular el colesterol y favorecen la salud digestiva, además, su sabor neutro permite personalizar el queso con especias y hierbas al gusto.

Ingredientes:

  • 1 taza de copos de avena
  • 2 tazas de agua para remojo
  • 1/3 de taza de aceite de oliva
  • 1/4 de taza de vinagre de manzana
  • 1/4 de taza de levadura nutricional (opcional)
  • 1 1/2 taza de agua para la mezcla
  • 1 cdita. de sal
  • 4 cdas. de margarina (opcional)

Preparación:

Remoja la avena en 2 tazas de agua hasta que ablande (una hora), pasando este tiempo, escúrrela y licúala con el resto de ingredientes a velocidad alta durante 1 minuto, en una cacerola derrite la margarina, y vierte la mezcla de la licuadora.

Mueve constantemente hasta que la mezcla se espese y se haga ligosa, vierte en un molde, deja enfriar a temperatura ambiente y después refrigera.

Lo ideal es comenzar a consumir tu queso de avena un día después de la preparación.

Este queso no es muy firme, es perfecto para quesadillas, molletes, chiles rellenos, para untar en pan, gratinar enchiladas o la siguiente receta:

La mantequilla de avena es una opción nutritiva y económica para untar en panes, galletas o para usar en recetas que requieren mantequilla tradicional.

Elaborada con avena integral, esta mantequilla aporta fibra, vitaminas del complejo B, magnesio y antioxidantes que ayudan a mejorar la digestión y a mantener la energía durante el día, libre de lácteos, colesterol y grasas saturadas, perfecta para quienes buscan cuidar su salud y disfrutar de un sabor natural.

Ingredientes:

  • ½ taza de copos de avena
  • ½ taza de agua
  • ¼ de taza de aceite de coco
  • ¼ de taza de aceite de oliva
  • 1/2 cdita. de cúrcuma
  • 1/2 cdita. de ajo en polvo
  • 1/2 cda de orégano seco o mezcla de finas hierbas

Preparación:

Remoja la avena en el agua caliente al menos 30 minutos, licúa con el resto de los ingredientes hasta obtener una mezcla suave.

Vierte sobre un recipiente con tapa hermética, deja enfriar a temperatura ambiente y refrigera al menos 2 horas.

El resultado será una mantequilla suave perfecta para untar o sazonar platillos a tu gusto.

Si deseas una consistencia más cremosa usa leche de soya (sin endulzar en lugar de agua), puedes untarla en un pan o galleta con mermelada como la siguiente:

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