En un artículo publicado recientemente en La Gaceta de la Universidad de Guadalajara, Carlos Alejandro Hidalgo Rasmussen, especialista en nutrición basada en vegetales de la Universidad de Cornell e investigador del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara, declaró que disminuir el consumo de carne tiene efectos positivos en la salud ya que los alimentos de origen animal pueden influir en el desarrollo de enfermedades como obesidad, arterioesclerosis, diabetes mellitus, cáncer e hipertensión arterial, entre otras.

Ya a finales de 2015, la OMS, a través de su Agencia de Investigaciones sobre el Cáncer, ubicó a las carnes procesadas en el nivel 1 y a las carnes rojas en nivel 2A de riesgo de cáncer, siendo este último nivel el mismo en el que se encuentra el glifosato, un pesticida. Los expertos en cáncer de la OMS declararon que comer carnes procesadas (salchichas, jamón, hamburguesas, salami, bacon) causa cáncer y comer carnes rojas (vaca, ternera, cerdo, cordero) puede causar cáncer. En el caso de las carnes rojas, a pesar de estar situadas un nivel por debajo, la Agencia descubrió que su consumo está relacionado con el cáncer de intestinos, páncreas y próstata.

Hidalgo Rasmussen destacó que los niveles recomendables mínimos de consumo de productos de origen animal deberían mantenerse por debajo del 5% y que esto traería beneficios tan significativos como revertir enfermedades cardíacas. En México, estos niveles se encuentran sobre el 30%. «Una arteria que ha sido cerrada puede volverse a abrir si la persona disminuye el consumo de alimentos de origen animal e incrementa los de origen vegetal como los verdes, que requieren masticación y son densos, como la col», afirmó Hidalgo Rasmussen.

Además de recomendar que las porciones de vegetales deben abarcar una o dos veces el plato, el experto afirma que lo ideal sería no consumir carne y que el consumo de lácteos está asociado al desarrollo de enfermedades como el cáncer y la diabetes. Según Hidalgo Rasmussen, los humanos no necesitamos beber leche de otros animales ni consumir los productos derivados de la misma para obtener el aporte diario necesario de calcio y mantener nuestros huesos en buen estado. Muchos alimentos vegetales como las almendras, las hojas de nabo y los garbanzos aportan considerables cantidades de este mineral.

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