Cada vez es más común: conoces a un amigo de un amigo, o a la nueva novia de tu hermana, o a tu nuevo compañero de piso y… ¡BUM! Ahí está de nuevo la palabra: «sí, yo soy vegetariano» o «me hice vegano hace seis meses» (o variantes de estas frases).

Luego, al día siguiente, estás en Facebook, Twitter o Instagram y… ¡BUM! Lees que tu tuitera favorita es vegana, o que Buzzfeed saca una videoreceta vegana que te hace salivar; o entras en Instagram y ves que el hashtag #vegansofig, usado por usuarios de Instagram para publicaciones relativas al veganismo tiene 3.624k publicaciones.

Y el caso es que ves esas fotos de Instagram y piensas: «tiene una pinta deliciosa, ¿tendrá razón esta gente y será mejor alimentarse sin carne?».

No te preocupes, podemos resolver tus dudas. Posiblemente no todas. A fin de cuentas esto es sólo un breve artículo, pero si tienes más dudas al acabar puedes seguir dando respuestas a tus preguntas en los blogs Gastronomía Vegana y también en Dime Qué Comes. Están llenos de información que seguro te va a interesar.

Pero, ¿qué significa alimentarse de manera vegetariana o vegana? Y si no comen carne… ¡¿qué demonios comen?!

Es muy sencillo. Ser vegano o vegetariano implica echar a nuestra cesta de la compra productos más respetuosos con los animales. Productos que no conllevan maltrato animal. En nuestros supermercados habituales siempre ha habido una gran variedad de legumbres, cereales, verduras y frutas. A día de hoy, además, cada vez hay más variedad de alternativas a la carne y los lácteos. Hamburguesas, salchichas y embutidos sin carne, leche de almendras, de avena, de soja, sabrosas alternativas al queso… ¡Además están deliciosas y son nutricionalmente completas!

Fácil también: ambos parten de la idea de ser más compasivos con los animales. De ser consumidores más conscientes. De rechazar la crueldad con los animales y de preocuparse por el medioambiente. Todo ello con sabores sabrosos y saludables.

Lo que diferencia a vegetarianismo y veganismo es el tipo de productos que se echan a la cesta de la compra. Un vegano no consume huevos o leche de vaca, por ejemplo. Un vegetariano puede que sí.

Pero has de saber algo: los huevos y los lácteos causan sufrimiento a los animales. Las industrias de la leche y los huevos nos ocultan que para la producción de huevos las gallinas son encerradas en jaulas de alambre tan minúsculas que no pueden ni siquiera extender sus alasy que las terneras de la industria láctea recién nacidas son separadas de sus madres y encerradas en cubículos individuales. Optar por alternativas a los lácteos cada vez es más sencillo.

Después de todo, si podemos alimentarnos de una manera sabrosa y saludable sin perjudicar a los animales y al planeta, ¿por qué no hacerlo?

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