Albóndigas Italianas

Hoy te invito a descubrir una receta que no solo deleitará tu paladar, sino que también te llenará de satisfacción al saber que estás contribuyendo a tu salud, al bienestar de los animales y a la preservación del medio ambiente.

Las albóndigas a base de legumbres son una opción nutritiva y deliciosa que no solo te ofrece una explosión de sabor, sino también una gran cantidad de beneficios para tu salud. Al elegir legumbres como garbanzos, frijoles o lentejas como base de estas albóndigas, estás obteniendo una fuente abundante de proteínas, fibra, vitaminas y minerales esenciales para tu cuerpo. Además, al eliminar la carne de la ecuación, estás reduciendo tu consumo de grasas saturadas y colesterol, lo que puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y a prevenir enfermedades crónicas.

Pero los beneficios no terminan ahí. Al optar por albóndigas a base de legumbres, estás haciendo una elección compasiva hacia los animales, evitando su sufrimiento y contribuyendo a la reducción del impacto ambiental asociado con la producción de carne. La cría de animales para consumo humano es una de las principales causas de deforestación, contaminación del agua y emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que la producción de legumbres requiere menos recursos y genera menos contaminación.

Ingredientes

  • 1 taza de garbanzos cocidos
  • ½ cebolla picada gruesa
  • ½ taza de frijoles cocidos (bayos, peruanos o pintos)
  • 4 cdas. de pan molido
  • 2 cdas. de aceite de oliva
  • 1 cda. de perejil picado
  • 1 cda. de salsa de soja
  • ½ cdita. de sal
  • 1 diente de ajo
  • Una pizca de pimienta negra
  • 4 tazas de salsa de tomate italiana (esta la encuentras en los supermercados, solo asegúrate de usar una que no tenga carnes ni lácteos)

Preparación

Vierte la cebolla, los garbanzos y los frijoles en una licuadora o procesador de alimentos. Agrega sal, perejil, ajo, salsa de soja, pimienta y aceite. Muele solo para triturar, no debe quedar una masa tan suave.

Vacía en un recipiente y agrega el pan molido. Amasa hasta integrar. La consistencia no debe ser ni demasiado suave ni demasiado seca, lo que facilitará la formación de las albóndigas.

Forma las albóndigas entre 8 0 12 pzas. Mételas al congelador 15 minutos.

Pasando este tiempo, calienta un poco de aceite en una sartén antiadherente y fríe las albóndigas, dorándolas durante unos minutos.

Vierte la salsa de tomate, la sal y el orégano. Cocina las albóndigas durante 20 minutos a fuego medio bajo, dándoles la vuelta regularmente.

Espolvorea albahaca picada y ¡disfruta de estas deliciosas albóndigas!

 

 

 

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